Cepillarse los dientes antes de ir a la cama:
solo un porcentaje muy bajo, se cepilla los dientes antes de irse a la cama. Este hábito es fundamental, ya que durante la noche disminuye la formación de saliva, agente que nos ayuda a limpiar la boca de bacterias.
Debemos cuidar los dientes de leche:
igual que cuidamos los permanentes pues cumplen funciones básicas en el niño, tanto funcionales como estéticas.
Hay que tener cuidado con los dulces a diario:
ya que incrementan el riesgo de necesitar tratamientos odontológicos, al igual que tendríamos que cuidar la ingesta de bebidas azucaras, ya sean zumos (por su alto contenido de azucares) como las bebidas gaseosas que además poseen ácido que con el tiempo desgasta el esmalte dental.